martes

PUCCINI-MADAME BUTTERFLY (UN BEL DI VEDREMO)


"Un bello dia veremos levantarse un hilo de humo en el extremo confín del mar. Y después aparece la nave. Y después la nave es blanca. Entra en el puerto, truena su saludo. ¿Ves? ¡Ha venido! Yo no voy a buscarlo, yo no. Me pongo ahí, en lo alto de la colina y espero, espero mucho tiempo. Y no me importa la larga espera. Y, salido de entre la multitud de la ciudad, un hombre, un pequeño punto, sube por la colina. ¿Quién será?, ¿quién será? Y cuando esté aquí, ¿qué dirá?, ¿qué dirá? Llamará: - Butterfly- desde lo lejos; yo sin responder. Estaré escondida. Un poco por bromear, y un poco por no morir al primer encuentro. Y él, un poco ansioso, llamará, llamará; “Pequeñita, mi pequeña esposa, perfume de verbena”, los nombres que solía llamarme. Todo esto sucederá, te lo prometo. Guárdate tus temores, ¡yo con segura fe lo espero!"
La opera Madama Butterfly fue compuesta por Giacomo Puccini, con libreto de Giuseppe Giacosa y Luigi Illica.
La trama transcurre en Nagasaki, a finales del siglo XIX o principios del XX. Mientras está destinado en la citada ciudad, a bordo del navío USS Abraham Lincoln, el oficial de la marina estadounidense F. B. Pinkerton se enamora y se casa con la joven geisha japonesa Cio-Cio-San, llamada Butterfly. Cuando él regresa a los Estados Unidos ella se queda esperándole, aunque familia y amigos la intentan convencer de que él no volvera. Mientras tanto ella cría sola a su hijo, el cual nace tras la partida de Pinkerton. Tras tres años, Pinkerton finalmente regresa y con él su nueva y legitima esposa norteamericana Kate. Vienen a recoger al niño para criarlo en los Estados Unidos. Es entonces cuando ella se hace el hara-kiri con la espada de su padre.
La bellisima aria Un bel di vedremo (Un bello día veremos), en la que Butterfly se deja llevar por su imaginación y evoca la felicidad que sentirá el día en que la nave de Pinkerton fondee, de nuevo, en la bahía de Nagasaki.


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